En cuanto empieza el último mes del año la fiebre de la Navidad empieza a subir y mucha gente se vuelve loca con el tema. Y, del mismo modo que pasa en Halloween, montan el jaleo padre en su casa a la hora de crear decoraciones navideñas. ¿La razón? No la sabemos, pero nuestra teoría es que tienen mucho tiempo libre y quieren humillar a sus vecinos.
Y, para que no tengas que recorrer la jungla de Internet, nosotros te traemos a la puerta de casa estas demencias navideñas. Porque partirse la caja un rato debería ser siempre así de cómodo.
El bueno, el feo y el malo
Si, como la peli del Oeste. Porque, nos guste o no, siempre hay alguien que hace un trabajo espectacular, alguien que no da pie con bola y alguien que, suponemos, lo hace mal a posta, solo por ver el mundo arder. Y claro, el mundo de las decoraciones navideñas no iba a ser menos.
El bueno, en este caso, sería ese vecino simpático que siempre saluda y te deja una tarjeta de felicitaciones en el buzón. Porque solo él sería capaz de montar este espectáculo audiovisual en su casa una vez al año y no volverse loco a la hora de retirarlo.
El feo, por otra parte, es que coge una idea más o menos navideña pero mete la pata hasta el fondo. Como, por ejemplo, el creador de este Santa Claus diabólico que aterrorizó, sin querer, a los chavalitos de su barrio.
El malo, sin embargo, es aquel que la lía a sabiendas. ¿La mejor forma de hacerlo? Poner mil y una cosas en tu casa, sin orden ni concierto. Dejando como resultado unas decoraciones navideñas dignas del Grinch.
A los que se les va la mano
De la misma forma, hay algunas personas tan fans de la época de fiestas que lo dan todo todísimo a la hora de celebrarlas. Lo que se traduce en auténticos decorados de película en mitad de la calle. Y, como somos muy fans, os enseñamos algunos ejemplos. Incluso algunos que incluyen al Grinch, si.
Sin orden ni concierto
La gente tiene mucha pereza a la hora de decorar. Y es normal. Pero claro, no es cuestión tampoco de dejar tu casa hecha un desastre de cara a la época más feliz del año. ¿Entonces? Entonces lo haces a desgana, sin orden ni concierto, ni gusto, ni nada.
De forma que te queda un jaleo del copón. Una de esas decoraciones navideñas que ves al pasar y dices “no veas”. Pero, por lo menos, tu casa tiene lucecitas, que al final es lo que importa, ¿o no?
Las decoraciones navideñas más locas
Porque, además de las tradicionales (sean o no excesivas), también tenemos las del cachondeo. Véase esas que pones no por ser navideño (que también) si no por las risas. ¿No sabes de qué hablamos? Te dejamos ejemplos a tutiplén para que te hagas una idea.
Desde decoraciones de hospital hasta convertir una mesa en uno de los pequeños ayudantes de Santa Claus. Pasando, claro, por algunas de las cosas más locas que se te ocurran.