Seguro que si te preguntan “¿cuál es tu animal favorito?” respondes que los perros, los gatos o alguno de los que hayas tenido como mascota de pequeño. Pero desde la llegada de Internet a nuestras vidas, otros animales están subiendo puestos en la lista de muchas personas. ¿No te lo crees? mira estos vídeos de perezosos haciendo de las suyas y seguro que cambias de opinión.
Los perezosos no son muy amigos de las prisas, ni de las carreteras
Una de las características más destacables de estos animales es su lentitud (sí, el nombre era una pista). Porque si tu crees que dormir un domingo hasta el mediodía era mucho, las 18 horas que duermen estos animales te parecerán un abismo.
Y, claro, con siestas de ese calibre, luego no se les puede pedir que vayan a los sitios corriendo. Aunque eso a veces supone un problema para nosotros los humanos, sobre todo cuando estos simpáticos animales intentan cruzar alguna carretera.
Lentos, pero agradecidos
La parte buena, sin embargo, es que acostumbran a ser muy agradecidos cuando se les echa una mano. Aunque, en otras circunstancias no ven el peligro a pesar de que lo estén, literalmente, pisando. Y les da igual que sea un coche, un árbol del que se pueden caer o una anaconda lo que tengan debajo.
Escaladores natos
Tampoco les tiembla el pulso a la hora de subirse a sitios de los que, a lo mejor, luego no se ven capaces de salir. Pero, como parecen inmunes a las caídas, poco les importa. El aspecto positivo de tanto descalabro es que nos dejan unos vídeos la mar de graciosos.
Pero claro, uno no puede convertir a un animal en su favorito si no se identifica con él, aunque sea un poco. E identificarse con estos mamíferos es bastante sencillo a poco que te guste hacer el vago. Porque, siendo honestos, ¿quién no se ha tumbado en el sofá a comer su snack favorito como hace este perezoso?.
¿Los nuevos reyes de Internet?
Pero, por mucho que nos gustase, no te puedes identificar con todos los vídeos de perezosos. A veces simplemente hay que relajarse y disfrutar de estos animales siendo ellos mismos.
A pesar de todo, al final si reconocemos a los perezosos por algo es por su pereza. Y lo que más vemos hacer a estos “osos”, además de dormir, claro, es bostezar.