Hay animales fieles como ellos solos. Los perros son un buen ejemplo de ellos, poniendo muchas veces nuestro bienestar y seguridad por delante del suyo. Otros, por ejemplo, no son tan buena gente. Y hay animales que simplemente son el mal. Y si vives cerca del mar, seguro que conoces a uno de estos animales. Porque simplemente no te puedes fiar de las gaviotas.
No te puedes fiar de las gaviotas
Porque si estás cerca del mar y, por alguna casualidad se te ocurre sacar algo de comida, ojo. Porque uno de estos bichos voladores podría llegar a toda velocidad dispuesto a arrebatarte lo que sea que vayas a llevarte a la boca.
Un atraco a gran velocidad
En menos de un suspiro ha pasado todo, el animal ha venido, se ha llevado tu comida y ha desaparecido. Y tú no has podido más que mirar incrédulo a lo que acaba de suceder. Pero claro, la culpa es tuya, porque no te puedes fiar de las gaviotas, aunque parezcan tranquilas o alejadas.
Les da igual que alimento sea
Y, por si una no fuera poco, en muchas ocasiones lo que viene es toda una bandada dispuesta a robarte las patatas fritas, el perrito caliente o los pescados que te estás comiendo tan a gusto.
Porque a las gaviotas no les importa un pimiento qué tipo de comida sea o lo buena que esté. Lo que les importa es que se pueda comer y esté a su alcance.
No hay respeto por nadie
También les da igual si tienes 10, 20, 40 o 100 años. Las gaviotas no respetan nada ni a nadie.Desde niños pequeños a ancianos, todos somos susceptibles de ser asaltados por una (o varias) gaviotas. Aunque, la parte buena de eso es que nos dejan vídeos de estos “robos” por un tubo.