En todos los países hay costumbres un tanto curiosas. Sin embargo, en Rusia siempre van un paso más allá. Y claro, en lo que a ceremonias se refieren no iban a ser menos. Solo hay que ver estos vídeos de bautizos rusos para entender por qué en ese país tienen la fama que tienen.
Una ceremonia cuanto menos curiosa
Porque, en lugar de volcar un poco de agua sobre la cabeza del bebé, como es tradición, el sacerdote no se conforma y mete al bebé en el agua bendita como si tratase de untar un nacho en salsa. Lo que, en la mayoría de ocasiones, termina con el niño llorando.
Aunque claro, si te cogen en brazos, te zarandean y te sumergen en agua, todo sin explicación alguna (porque los bebés no terminan de entender eso del bautizo) lo normal es que te eches a llorar. Por eso, en muchos bautizos rusos vemos bebés llorando en brazos del sacerdote.
En ocasiones se llega demasiado lejos
En ocasiones, incluso los padres de los bautizados dicen “hasta aquí hemos llegado” y tratan de impedir que la ceremonia continúe en vista de lo mal que lo pasa el bebé. Sin embargo, como en el caso de este vídeo, los sacerdotes tratan de terminar.
Por otro lado, el resto de ceremonias de bautizo no están exentas de peligro, sobre todo cuando se trata de niños algo inquietos. Ya que es muy fácil que el sacerdote no sea del todo capaz de manejar la situación. Y el niño termine en una posición que le permita “saltar” como si de una trucha se tratase.
Los bautizos rusos no son los únicos con llantos
Lo que, en la mayoría de ocasiones, termina nuevamente en llantos por parte del menor. Aunque claro, si se trata con bebés, es lo mínimo que se puede esperar.
Imagen de portada: Pixabay