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La estupidez humana y los cactus no se llevan nada bien

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Hay muy pocas cosas en la vida de las que no se pueda dudar. Que la estupidez humana y los cactus no se llevan bien es una de ellas. Y es que, por algún motivo desconocido, a los humanos nos encanta demostrar nuestro coraje haciéndonos daño. Algunos hacen deportes extremos, otros se tiran de cabeza a un cactus.

La estupidez humana y los cactus, grandes creadores de vídeos

Hay gente que, incluso, trata de boxear con la planta. Por supuesto, el combate a distancia es para el humano. Pero en cuanto este australiano se adentra en el terreno cuerpo a cuerpo, la planta es la clara vencedora. ¿El resultado? Una larga sesión de sacarse pinchos de la espalda.

Una competición espinosa

Aunque no es el único caso que hemos visto de este estilo. En este otro vídeo, dos jóvenes compiten. ¿Cómo deciden el ganador? Agarrando un cactus con fuerza hasta que uno de los dos lo suelte. Sin embargo, hay quien diría que el auténtico vencedor de ese enfrentamiento es el médico que tendrá que tratarles después.

Sin embargo, lo más extraño de todo es la gente que lo hace por aparente amor al arte. Sin ningún tipo de competición de por medio. Porque todavía no le hemos encontrado el sentido a subir a un patinete para aterrizar en un mar de cactus. Todo esto mientras lo graba un amigo tuyo, claro.

Para más INRI, el valiente realizó la hazaña casi sin protección en el cuerpo. De modo que, prácticamente en calzoncillos se lanzó hacia su destino repleto de pinchos.

Pinchos y más pinchos

Pero no nos vamos a engañar, la estupidez humana y los cactus nos dejan momentos realmente cómicos. Y si no, que le pregunten al amigo de este chaval que trató de saltar una valla que tenía un cactus detrás.

Poco aprecio a su vida, muchas ganas de espectáculo

Y es que el mundo está repleto de personas que le tienen muy poco aprecio a su integridad física. Porque, más allá de hacerte famoso por tu incipiente estupidez, no se nos ocurre otro motivo por el cual lanzarte sobre varias de estas plantas.

O, al menos, no se nos ocurre un motivo razonable, vaya. Ya que no se aprecia que ninguna de estas personas esté tratando de huir de nada (ni de nadie) a la hora de tirarse encima de plantas cubiertas de pinchos que se clavan con suma facilidad.

Las consecuencias

Algo en lo que no se debe pensar mucho justo antes de abalanzarse sobre un cactus es en las consecuencias. Pero este vídeo seguro que abre los ojos a todos aquellos que tienen en mente darle un abrazo de la amistad a un cactus.

Imagen de portada: Unsplash

Mil y una formas de no quitar un nido de avispas

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Que aparezcan avispas en tu jardín es una auténtica faena. Especialmente si tienes hijos pequeños o mascotas, ya que muchas veces no ven el peligro y se ponen a jugar junto al nido. Y, como es normal, lo suyo, es querer quitar el nido de avispas lo antes posible porque, a diferencia de las abejas, la miel de avispa no nos interesa tanto. Aunque no se trata de algo tan fácil como uno podría esperar.

Quitar un nido de avispas no es nada fácil

Y es que, de entrada, habría que ver qué método usamos. Podemos decantarnos por algo más tradicional y usar un palo, aunque claro, eso significa que nos tenemos que acercar mucho al nido para conseguir quitarlo. Sin embargo, siempre hay algún valiente que se atreve a intentarlo.

Las avispas no son fans de los palos

Los más avispados recurren al uso de protecciones, ya sean gafas, abrigos de nieve o guantes de todo tipo. Porque pasarse un día con incontables picaduras de avispa encima no es algo que nadie quiera experimentar.

Intentos que, como no podía ser de otra forma terminan en picotazos, picotazos y más picotazos. Pero, sin embargo, con el nido destruido. Otros, al contrario, lo intentan pero no lo consiguen, teniendo que huir de las avispas dejando el nido aún intacto.

Una bolsa de plástico como arma

Y, como en otras áreas, a la hora de quitar un nido de avispas la imaginación fluye y deja como resultado infinitos métodos de hacerlo. Quiénes pasan de usar un palo a veces se decantan por una bolsa de plástico con la esperanza de que los animales queden encerrados dentro. Spoiler, no suele pasar.

Incluso entre dos personas, una con arma y otra con la bolsa, a veces las cosas no salen bien del todo. Porque, aunque no lo parezca, las avispas no tienen un pelo de tontas.

“Mátalo con fuego”

Pero claro, hay gente que directamente sigue la máxima “mátalo con fuego” y no se lo piensa dos veces a la hora de apañar un lanzallamas casero. Una idea tan loca que era imposible que funcionase, claro. Y lo que se llevan a cambio son un buen puñado de picaduras.

Otros, por su lado, prefieren meter el nido directamente en una hoguera, asegurándose así de que está destruido del todo.

A la hora de liberar animales, ten cuidado con el sitio que eliges

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Pocas cosas hay más bonitas que liberar animales en la naturaleza, dejándoles así volver al sitio de donde vinieron. Ya sea porque estábamos cuidando de ellos mientras se recuperaban de alguna lesión o porque, sin querer, entraron en nuestra casa. Sin embargo, hay que elegir bien el sitio donde hacerlo.

La localización es la clave

Ya que, de lo contrario, podríamos encontrarnos en una situación un tanto complicada cuando, al poco tiempo de liberar el animal, éste es atacado por un depredador. Haciendo inútil todo ese tiempo que habían pasado con nosotros recuperándose.

Ese es el caso de Krammer, un conejito que entró, sin querer, en el garaje de la familia de Joey Gore. Tras una semana de cuidados, Joey, su mujer y su hija decidieron devolver al animal a su hábitat natural. Para ello, salieron al jardín y comenzaron a grabar la bonita escena.

Un desenlace fatal

Aunque, lo que no sabían, es que la escena pronto cambiaría de tinte al pasar por allí un ave rapaz que, al ver al conejo, no dudó un segundo en caer hacia él en picado y llevárselo enganchado a sus garras. Todo ello, ante la atónita mirada de la familia, claro.

Pero esta familia no son los únicos que fallan a la hora de liberar animales. El mismísimo Papa ya tuvo la misma mala suerte una vez. Aunque se trataba de una paloma (sí, la de la paz) la que fue atacada nada más ser liberada.

Ni el Papa se libra

Y, en este caso, fue una gaviota quien vio la cena servida en el momento en el que el Papa liberó la paloma. Un espectáculo que, lamentablemente, presenciaron también todos los fieles que se encontraban en la plaza del Vaticano en ese momento.

Ni la primera ni la última vez que pasa

Los ejemplos son innumerables, ya sea por culpa de un mal lugar para soltar a los animales, poca previsión o simplemente mala suerte. Pero, de una forma u otra, queda claro que no siempre se puede liberar animales de forma satisfactoria.

En otros casos, por supuesto, son los humanos los que resultan un peligro para estos animales. Sobre todo los niños pequeños, que no tienen del todo claro lo que significa “tener cuidado”.

Vídeos de perezosos que los convertirán en tu animal favorito

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Seguro que si te preguntan “¿cuál es tu animal favorito?” respondes que los perros, los gatos o alguno de los que hayas tenido como mascota de pequeño. Pero desde la llegada de Internet a nuestras vidas, otros animales están subiendo puestos en la lista de muchas personas. ¿No te lo crees? mira estos vídeos de perezosos haciendo de las suyas y seguro que cambias de opinión.

Los perezosos no son muy amigos de las prisas, ni de las carreteras

Una de las características más destacables de estos animales es su lentitud (sí, el nombre era una pista). Porque si tu crees que dormir un domingo hasta el mediodía era mucho, las 18 horas que duermen estos animales te parecerán un abismo.

Y, claro, con siestas de ese calibre, luego no se les puede pedir que vayan a los sitios corriendo. Aunque eso a veces supone un problema para nosotros los humanos, sobre todo cuando estos simpáticos animales intentan cruzar alguna carretera.

Lentos, pero agradecidos

La parte buena, sin embargo, es que acostumbran a ser muy agradecidos cuando se les echa una mano. Aunque, en otras circunstancias no ven el peligro a pesar de que lo estén, literalmente, pisando. Y les da igual que sea un coche, un árbol del que se pueden caer o una anaconda lo que tengan debajo.

Escaladores natos

Tampoco les tiembla el pulso a la hora de subirse a sitios de los que, a lo mejor, luego no se ven capaces de salir. Pero, como parecen inmunes a las caídas, poco les importa. El aspecto positivo de tanto descalabro es que nos dejan unos vídeos la mar de graciosos.

Pero claro, uno no puede convertir a un animal en su favorito si no se identifica con él, aunque sea un poco. E identificarse con estos mamíferos es bastante sencillo a poco que te guste hacer el vago. Porque, siendo honestos, ¿quién no se ha tumbado en el sofá a comer su snack favorito como hace este perezoso?.

¿Los nuevos reyes de Internet?

Pero, por mucho que nos gustase, no te puedes identificar con todos los vídeos de perezosos. A veces simplemente hay que relajarse y disfrutar de estos animales siendo ellos mismos.

A pesar de todo, al final si reconocemos a los perezosos por algo es por su pereza. Y lo que más vemos hacer a estos “osos”, además de dormir, claro, es bostezar.

Conducir en un parking puede ser un deporte de riesgo

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Conducir, en líneas generales, es algo bastante simple. Y podríamos pensar que conducir en un parking lo sería aún más, ¿no? Velocidades reducidas, mucho espacio para maniobrar e indicaciones por todas partes. Aunque, según parece, los conductores no lo ven del todo así.

Conducir en un parking es toda una experiencia

Por un lado, está la odisea de encontrar sitio. Problemática que afecta a cientos de conductores cada día. Hay personas que resuelven el dilema de forma civilizada e incluso graciosa, como puede ser jugarse el sitio a “piedra, papel o tijera”.

https://twitter.com/BestVideosviral/status/1176302477051867142

Aunque no siempre nos encontramos con la persona con la que tenemos que disputarnos el sitio. Algo especialmente problemático si esa otra persona ha dejado el coche aparcado de forma cuestionable ocupando más sitio del que le corresponde.

A situaciones desesperadas, medidas desesperadas

Sin embargo, el conductor precavido siempre llevará junto a él una forma de solucionar ese tipo de problemas. En este, caso, una solución algo drástica, pero que consigue lo que se propone como es una radial. ¿El lugar de los hechos? Rusia, como no podía ser de otro modo.

El caos convertido en espacio de aparcamiento

Y es que, en Rusia, conducir en un parking es toda una aventura, sobre todo si se trata de un parking al aire libre, donde los aparcamientos no están del todo definidos. Una experiencia que puede desembocar en poco menos que una batalla campal.

Ningún parking se libra

Los aparcamientos a cubierto, por su parte, tampoco se libran. Porque un buen chaparrón puede convertir tu lugar de aparcamiento en una atracción digna del mejor de los parques acuáticos. Dejándonos estampas como la de este vídeo, donde podemos ver un coche saliendo de un parking prácticamente inundado.

Eso, claro si conseguimos entrar y dejar el coche en uno sitio libre. Hecho que no se da siempre. Llevando a algunos conductores a jugar a su propia versión de “GTA” en busca de aparcamiento atravesando el centro comercial de turno.

Tan difícil como entrar es salir

Y los problemas no terminan ahí. Porque, además de entrar y encontrar un sitio, tenemos que salir después. Una maniobra que no todo el mundo se ve capaz de realizar como los arquitectos la pensaron. Llevándose por delante, además del ticket, la barrera.

Saca una serpiente de dentro de su inodoro

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Uno de los animales que más asusta a las personas (y a los otros animales, no nos vamos a engañar) son las serpientes. Y es que, con algunas especies de serpientes un simple mordisco puede ser fatal. Por eso mismo resulta tan sorprendente ver como esta familia tailandesa saca una serpiente de dentro de su inodoro como si de un día más en la oficina se tratase.

Un momento de tensión en el baño

El animal, que debió haberse equivocado de camino, terminó dentro de las cañerías de la casa de esta familia de la provincia de Khon Kaen, en Tailandia. Desde ahí, buscando una salida, apareció en el inodoro de la casa familiar, para sorpresa de todos.

En ese momento, como si no fuese algo extraño para ellos, se ponen los guantes, cogen el palo de agarrar serpientes y se ponen manos a la obra, haciendo una aproximación al animal, que se encuentra confinado en el fondo del inodoro.

Esta familia saca una serpiente de su inodoro

Un día más en la oficina para ellos

A partir de ese momento, y sin ningún signo de miedo o estrés, la familia saca una serpiente de dentro de su inodoro en cuestión de segundos, todo ello mientras grababan la escena. Algo que, a otras personas pudiera haberles llevado toda la tarde, si se hubieran atrevido en lugar de llamar a un especialista.

Sorteando así uno de los peores miedos para mucha gente que vive en ciudades. Porque, que te salga una serpiente del inodoro cuando vas a hacer tus necesidades, es de todo menos divertido. Aunque, según parece, la serpiente no era venenosa, lo que reduce bastante el peligro de la situación.

Australia, el paraíso de las serpientes

Por desgracia, en lugares como Australia se trata de una escena bastante frecuente. Y, para mejorar aún más la situación, las serpientes australianas tienden a ser mucho más peligrosas que las tailandesas, no solo por su veneno, sino también por su agresividad.

Cuando no se trata de arañas o cualquier otro de los animales venenosos que pueblan la isla. Conocida, además de por los canguros y los koalas, por la enorme variedad de animales peligrosos que alberga.