La publicidad nos ha dado anuncios y campañas memorables. Esa frase que se ha quedado contigo o esa imagen que siempre relacionamos con un producto concreto. Sin embargo, no siempre sale bien. Y, a veces, la publicidad nos da momentos mágicos en los que los astros se alinean para que anuncios que salieron mal nos permitan echarnos unas risas a su costa.
Anuncios que salieron mal
El emplazamiento de los anuncios es uno de esos factores que hace algo genial o terrible. Porque ver a la protagonista de “Lès Miserables” con la cara de Jack Nicholson en “El Resplandor” es de todo menos atrayente. Y, aunque es un buen ejemplo de anuncios que salieron mal, no es el único. Porque los cines son maestros en liarla con los carteles de las películas.
El transporte público siempre es un buen escenario
El transporte público también nos ha dejado estampas cuanto menos cómicas. Porque poner imágenes de personas y objetos superpuestas con otras personas (los viajeros) es uno de esos ejemplo clásicos de “¿Qué podía salir mal?”.
Aunque sí es verdad que en otras ocasiones, los autobuses son el escenario perfecto para poner publicidad. Sobre todo si se la da un toque de creatividad.
Los carteles, los otros grandes perjudicados
Sin embargo, no solo de autobuses viven los publicistas. Los carteles publicitarios también nos han dado grandes imágenes. Desde gatos imitando a Cristo hasta mensajes “ocultos” en la publicidad. Pasando, por supuesto, por los mensajes contradictorios que nos incitan a comer hamburguesas mientras nos advierten de los riesgos de los problemas cardíacos.
Aunque hay incluso algunos mensajes más desafortunados, como pueden ser los siguientes ejemplos.
Las revistas también tienen lo suyo
Tampoco podemos olvidarnos de los espacios publicitarios en revistas y periódicos. Donde, lamentablemente, no se sabe qué publicidad se va a poner hasta que ya está impresa. Este hecho da pie a imágenes tan poco afortunadas como las que puedes ver a continuación.