Los animales en libertad pueden cuidar de si mismos, pero sus congéneres que viven en granjas, no tanto. Por eso, a veces les hace falta un poquito de ayuda. Ese es el caso de muchos granjeros alrededor del mundo, que protegen los cuernos de sus cabras de formas cada vez más curiosas.
Los granjeros protegen los cuernos de sus cabras
En ocasiones para protegerlas a ellas, y, en ocasiones para proteger al resto de sus animales. Porque un cabezazo de una cabra puede hacerle mucho daño a sus vecinos de la granja si les da en mal lugar. Por eso, algunos granjeros han decidido “acolchar” a sus cabras.
Someone wouldn't stop headbutting.
Pelotas de tenis o churros de piscina
En otras ocasiones, el motivo de esta “seguridad” es la del propio granjero. Porque, especialmente en ocasiones como el baño o cuando se las ordeña, las cabras pueden no estar todo lo quietas que sería recomendable.
Enseñar a una cabra es complicado
Y es que claro, por mucho que se intente enseñar a una cabra a comportarse, siempre va a haber momentos de confusión. Y, como un cabezazo de cabra en la pierna no le hace gracia a nadie, algunas personas protegen los cuernos de sus cabras con churros de piscina. ¿Por qué? Bueno, para que no hagan daño a nada ni a nadie y para que no se dañen los cuernos.
También hay soluciones más creativas
Aunque no solo se utilizan churros de piscina y pelotas de tenis para proteger los cuernos de las cabras. Si no se tiene nada de eso a mano toca improvisar. Y, en este caso, lo que se tenía a mano era un cubo de playa.
En ocasiones, hasta la abuela de la familia pone su granito de arena. Haciéndole al animal unas “fundas” para los cuernos. Eso sí, monísimas.