Sacarse un selfie es algo ya más que normal. Y, por muy poco que te gusten, seguro que lo has hecho más de una, dos y diez veces. Sin embargo, y como acostumbra a pasar, siempre hay alguien que decide ir un paso más allá para conseguir unos de esos selfies que te dejarán loco al verlos. Desde los puntos más altos de rascacielos a fotos con animales a los que, normalmente, nadie se acercaría. ¿Listo? Pues abróchate el cinturón, que arrancamos.
Algunos selfies que te dejarán loco
El más “normal” de los selfies tiene como ingredientes principales un outfit molón y, más que probablemente, un espejo. Sin embargo, te traemos, precisamente, algunos selfies que te dejarán loco. Y no solo por que sean “fotazas”, si no porque son cosas tan locas que no te llegarás a imaginar.
Porque claro, seguro que conoces a pocas personas que se hayan acercado a lava para hacerse una foto. Y seguro que conoces menos aún que se hayan convertido en un sándwich de mermelada para una foto.
Selfies de vértigo
Las fotos con vistas espectaculares siempre molan. Y si encima sales tú, pues 2×1. Aunque claro, si no te van las alturas, a lo mejor estas no son las que deberías intentar sacarte. Porque, a pesar de que, por norma general, no pasa nada, cuando estás a ciertas alturas la opción de que esa foto se convierta en la última siempre está sobre la mesa. Pero eh, ¿y lo que farda luego en Instagram, qué?
Y sí, sabemos lo que estás pensando. No, nosotros tampoco nos subiríamos ahí ni por todo el oro del mundo, claro. Pero hay a quien parece no importarle lo más mínimo.
Animales y fotos, una historia de amor
Cabría la posibilidad de pensar que eso de los selfies es cosa de humanos únicamente. Pero la realidad es muy diferente, ya que, como podrás ver en estas imágenes, da igual que animal sea, todos salen genial.
Por desgracia, no todos salimos tan bien en las fotos, aunque ojalá…
Personas y animales
En esta categoría hay dos tipos de fotos, las que te hacen llevarte las manos a la cabeza y las que te parecen súper monas. La parte buena es que tenemos de las dos. La parte mala es que tenemos de las dos.
De forma que te dejamos a ti elegir cuáles son tus favoritas. Aunque nosotros nos quedamos con la monas, qué se le va a hacer…